El diseño es una de las claves del éxito de toda campaña, que influye directamente en cómo la recibe el público, siendo fundamental para captar su atención, atraer nuevos clientes y, en definitiva, aumentar las ventas, que es el objetivo principal de cualquier campaña de publicidad o marketing.
En este contexto, queremos hablar de la ley de proximidad de la Gestalt, que es uno de los principios de diseño más importantes, y puede ayudarte enormemente tanto a diseñar tus próximas campañas, como a conseguir los mejores resultados, ofreciendo una mejor estética y una mejor experiencia de usuario.
Las leyes de la Gestalt ofrecen información muy interesante sobre cómo las personas percibimos la realidad que nos rodea a través de los estímulos visuales y, tiene en la ley de proximidad, una de sus leyes principales.
¿Qué es la ley de proximidad?
Uno de los cinco principios de percepción visual de la Gestalt, la ley de proximidad describe cómo el ojo humano percibe las conexiones entre los elementos visuales, y establece que los objetos que están cerca los unos de los otros, se perciben como relacionados cuando se comparan con otros objetos que están separados entre sí.
Por tanto, según esta ley, la cercanía de los objetos nos ayuda a establecer relaciones entre ellos y, esto, si lo llevamos a una campaña, ayudará a que los usuarios puedan estructurar y comprender mejor la información. Por ejemplo, permite el uso de espacios en blanco para relacionar diferentes elementos u objetos.
Así mismo, es una ley muy útil para que las personas podamos agrupar ideas o conceptos, permitiéndonos reconocer diferentes grupos de elementos con tan solo un vistazo.
Y, por otro lado, la ley de proximidad también se puede utilizar para separar elementos con el objetivo de mejorar la jerarquía visual.
En definitiva, podríamos decir que la ley de proximidad explica cómo las personas percibimos aquellos elementos que están cerca de nosotros, lo que sin duda es algo clave a la hora de diseñar cualquier tipo de campaña.
Pero, a pesar de las ventajas que ofrece esta ley, al utilizar la ley de proximidad en nuestros diseños hay que tener cuidado, ya que si agrupamos una gran cantidad de elementos que se encuentran muy cerca entre ellos, acabaremos generando un diseño ruidoso y molesto, en el que la proximidad de cada elemento será tan indistinta que podría provocar que el diseño perdiese todo su significado y no tuviera el efecto deseado.
Cómo aplicar la ley de proximidad en tus campañas
Si se utiliza correctamente, la ley de proximidad puede mejorar enormemente la experiencia de los usuarios, que gracias a la agrupación de los diferentes elementos, podrán verlos todos ellos como parte del mismo grupo, sin importar que tengan diferentes formas, tamaños o colores.
Apta para cualquier tipo de diseño, a continuación, te contamos cómo aplicar la ley de proximidad en tus campañas:
Jerarquía visual
La jerarquía visual hace referencia a un tipo de organización perceptiva que ofrece a los diseñadores la oportunidad de crear webs profesionales. En este aspecto, la ley de proximidad de experiencia de usuario permite crear una jerarquía visual a través de la utilización de espacios en blanco y, al mismo tiempo, agrupando diferentes elementos, siempre que se mantengan separados aquellos elementos que no estén relacionados entre sí.
Aunque es cierto que la arquitectura de la información variará de una web a otra, la forma de organización es fundamental al aplicar el principio de proximidad.
Legibilidad
La unión de los elementos relacionados permite mejorar la legibilidad de acuerdo con la ley de proximidad, que indica que la organización perceptiva mejora significativamente cuando se agrupan los elementos para favorecer la lectura.
Si tienes previsto tu contenido, puedes aplicar el principio de proximidad a cualquier página de tu web, siempre que sepas qué información debes agrupar para favorecer la lectura y la experiencia de usuario en general.
Agrupación
Al aplicar la ley de proximidad a la experiencia de usuario, la agrupación de elemento es la parte más importante y, la clave está en el espacio en blanco, que será de gran ayuda para realizar la separación entre unos elementos y otros.
Espacio en blanco
Por último, destacar la importancia de los espacios en blanco para garantizar la eficacia de la proximidad aplicada a la experiencia de usuario. Porque la realidad es que es imposible agrupar elementos sin que queden espacios en blanco con aquellos con los que no están relacionados. Al crear un diseño personalizado, siempre existirán espacios en blanco.
De hecho, si no hay suficiente espacio en blanco, la comprensión del contenido resultaría más complicada, a lo que hay que sumar que la estética se vería enormemente afectada.
Por ello, al realizar cualquier diseño, es fundamental tener en cuenta que no es necesario que todo el espacio esté completo. La clave está en conseguir que los elementos más cercanos entre sí estén relacionados, utilizando los espacios en blanco para separar aquellos que no pertenezcan a estos grupos definidos.